Una vez definido el valor diferencial que queríamos ofrecer con Medusa, realicé un estudio de mercado sobre la identidad visual con la que se estaba presentando la competencia. Me di cuenta de que la mayoría de las aplicaciones para la compra y venta de criptomonedas comparte una estética similar: colores fluor, ilustraciones vectoriales, interfaces complejas…. Eso me dejaba un hueco libre en el mercado para crear una aplicación que tuviese una identidad visual completamente opuesta: colores cálidos, ilustraciones «sketchy», formas redondeadas… Decisiones de diseño que se alejan de la estética analítica, tecnológica y compleja con las que se identifican la mayoría de las aplicaciones financieras y nos muestran que la compra y venta de criptomonedas puede realmente ser un proceso sencillo, transparente y familiar; que nos de confianza. De esta forma, conseguimos crear un lenguaje visual que no solamente consigue transmitir de una manera coherente la identidad de marca de Medusa sino que además consigue posicionar su valor diferencial en el mercado.